La villa de Ágreda se localiza a la parte norte del piedemonte del macizo del Moncayo, protegida y amparada por terrenos escarpados y a la que divide en dos el río Queiles. Su casco urbano se sitúa a 921 metros de altitud, basándose sus modelos básicos de economía en una agricultura extensiva hoy totalmente mecanizada, predominando en su paisaje agrícola los cultivos en terrazas, sobre todo en sus conocidas y afamadas huertas de origen árabe; pues a la vista de ellas bien se puede decir: que donde corra un hilillo de agua, y haya un metro cuadrado de tierra, un agredano planta una huerta. A este modelo de economía ha estado siempre unida la cría de ganado porcino y lanar, así como las industrias chacineras y de secado de bacalao, que le han dado fama a nivel nacional. A estas formas de vida tradicionales, se han ido incorporando grandes empresas.



