Murallas y Puertas Árabes:

Muralla árabe:

Ágreda conserva importantes vestigios arquitectónicos de su pasado islámico. Los más antiguos se pueden ver en la zona del barrio moro, donde se conserva parte del paramento de la que fuera su muralla (datada en época Emiral). Estaba construida en aparejo de buena sillería, y además conserva dos de sus bellas puertas: La Puerta Árabe Emiral y la Puerta Árabe del Agua.

Asentaron su barrio sobre el espolón rocoso conocido popularmente como “La Muela”, por ser una zona fácilmente defendible debido a su imponente situación respecto al valle del río Queiles.

Fue una de las medinas más antiguas conservadas en nuestro país. Además, fue una de las pocas morerías con recinto propio, de las más voluminosas del reino de Castilla. La principal actividad de sus habitantes fue la industrial artesanal, específicamente la textil, la de curtidos y la alfarera.

Sus pobladores dependían directamente de la Corona, mediante vasallaje al alcaide cristiano de La Muela, por lo que disfrutaban de sus propias prerrogativas y privilegios a cambio de reparar y defender las murallas medievales mediante “velas” y “guardas” en las puertas.

Tras varias conversiones forzosas al cristianismo, y autos de fe, en el s. XVII los árabes fueron expulsados definitivamente de la Península Ibérica y, por tanto, también de Ágreda.

Puerta Árabe del Agua

El Arco Emiral, conocido como Puerta del Agua, fue realizado a finales del s. VIII – comienzos del s. IX. Está abierto con un arco de herradura poco pronunciado de dovelaje irregular y despiezo radial.

A través de esta puerta se accedía a la Alcazaba, ese recinto fortificado dentro de la ciudad amurallada destinado a servir de refugio a la guarnición. Esta puerta, junto al muro adyacente que la conecta con el torreón, es uno de los elementos más valiosos de la arquitectura islámica de Ágreda debido a su antigüedad.

Recibe el nombre de Puerta del Agua porque junto a ella se localizaba un aljibe, pozo o depósito subterráneo utilizado para recoger y conservar el agua. Cuando se vació el terreno para descubrir la puerta apareció un pozo excavado en la roca, relleno de escombros, que se sacaron hasta una profundidad de 6 metros. Un día de tormenta, el pozo se llenó de agua, y evacuo por el barranco de la derecha, ya que alcanzaba el nivel del río para servir de agua a la fortaleza. Fue cubierto para evitar peligros.

Puerta Árabe Emiral

También conocida como Puerta del Barrio Moro, está realizada con mampostería de buena sillería, y conforma un arco de herradura enjarjado, que acoge en su interior un pequeño zaguán cubierto con bóveda de cañón.

Está ubicada en la parte más baja del recinto amurallado, fechada entre los s. VIII-IX. Por ella se podía acceder a la medina árabe.

También es conocida como puerta del cementerio, ya que está situada frente a la colina en la que estaba ubicada la necrópolis musulmana