D. Jesús Manuel Alonso Jiménez
En primer lugar quiero dar la bienvenida a todos los navegantes que nos visiten, interesados por nuestra Villa, nuestra cultura y nuestras gentes.
Agreda, es el punto donde confluyen los caminos que unen Aragón , Navarra y La Rioja con la meseta en la que se asienta la Castilla más vieja. Precisamente esa condición de lugar de paso, ha convertido y convierte a Ágreda en parada y fonda de innumerables manifestaciones culturales que se hacen patentes en su rancia historia.
De todo este abigarrado devenir histórico resulta una ciudad de calles tranquilas, silenciosas y enigmáticas que mantienen vivo el recuerdo de sus paisanos más distinguidos, cuya expresión máxima es Sor Mª de Jesús de Ágreda. Los milagros de esta monja de clausura del siglo XVII han logrado hermanar a esta Villa con el Estado Norteamericano de Nuevo México.
Palacios recuperados conviven con iglesias, donde la devoción se desarrolla entre tesoros artísticos y con casas dotadas de fachadas que son expresión viva de un pasado pleno y de un futuro prometedor.
La naturaleza también ha sido generosa con Ágreda; sus huertas centenarias se extienden bajo el fondo paisajístico del Moncayo, que domina con su apabullante presencia pétrea toda la comarca natural de la Tierra de Ágreda, que tiene en nuestra Villa su centro y referencia.
Lo que fue una antigua explotación de los Templarios hoy Dehesa, es una zona de recreo que presenta la mayor alineación de Castaños de Indias de Europa. Un paraje sin igual, fresco y alegre, lleno de vida, con merenderos y unas singulares hídricas que dan valor a este peculiar espacio natural.
Desde esta ventana al mundo, pretendemos ofrecer información a nuestros visitantes, al tiempo que queremos invitar a todas las personas interesadas en Ágreda a que nos visiten, a que disfruten de las bondades de nuestra tierra y del trato cordial y afable de nuestras gentes. ¡Os esperamos!.