Estas fiestas comienzan el 28 de septiembre, víspera de San Miguel Arcángel patrón de Ágreda. Se escenifica este día una representación repleta de tradición y colorido: la “Quema de los diablillos”. Es una recreación de la vida de San Miguel, vencedor del demonio y por lo tanto del mal. Un grupo de señoras se encargan todos los años de la confección de los “diablillos” con telas, armadas con alambre antes de vestirlos, y colocándoles en su interior elementos pirotécnicos. Estos “diablillos”, son quemados en la Plaza de San Miguel. Mientras, el ruido de la pólvora resuena por toda la plaza, quemando con ellos las envidias, los malos humores, y los rencores acumulados a lo largo del año.
El 29 de septiembre se celebra el día grande del patrón continuando las fiestas hasta 2 de octubre. Son tradicionales los encierros de reses bravas desde la Plaza del Puente Caña hasta la Plaza de San Miguel, en los que recoge la tradición taurina que, ya desde la Edad Media, tuvieron mucha importancia en las festividades de esta villa soriana. Según la documentación acreditada, estos festejos ya se celebraban en el año 1600. De hecho estos festejos fueron declarados como Espectáculo Taurino Tradicional por la Junta de Castilla y León en el año 2006.
Las fiestas vienen acompañadas de Capeas, Encierros, Festejos en Plaza de Toros, Charangas y Verbenas con la animación de peñas y cuadrillas. También un día de Fiestas se celebra una gran Comida Popular.